En este mundo interrelacionado globalmente en el que debemos competir cada vez importa menos la dimensión y más la capacidad de aprovechar oportunidades.
En ocasiones percibo cierto temor en Segovia al gigante que se encuentra al otro lado del Guadarrama. Yo tengo muy claro que ese gigante es, en realidad, una auténtica oportunidad. Una de las oportunidades de Segovia. No se trata de luchar contra él, sino de conectar con él, a cielo abierto pero de igual a igual.
¿Es necesario seguir atrayendo turismo o turistas de Madrid a Segovia? Por supuesto. Turismo de calidad, que pernocte, con capacidad de gasto. Trabajar la atracción del turismo en Madrid supone además, conectar con el visitante Estadounidense, japonés, chino, coreano, árabe, europeo que cuenta Madrid entre sus destinos preferidos. Para ese turista internacional que ha hecho miles de kilómetros la distancia con Segovia es anecdótica y la gratificación que le ofrecerá Segovia, enorme.
Sin embargo es preciso que nos centremos, y mucho, en otras oportunidades. La que supone la saturación de suelo empresarial y de polígonos tecnológicos en Madrid. O la de tiempo para eventos feriales. O la enorme cantidad de talento y de capacidad inversora privada que se acumula al otro lado de Guadarrama. Entrar en conexión con ese talento, esa capacidad inversora, también supone abrir una puerta al talento o la capacidad inversora de Nueva York, Tokio, Pekín o Berlín.
Segovia precisa dar un salto hacia el futuro. Un salto que no suponga riesgos para las características patrimoniales o medioambientales de la ciudad, que han se de seguir siendo un valor añadido esencial y prioritario de nuestra capital. Ese salto hacía una Segovia vital, pujante, activa y creadora pasa, entre otras cosas, por la conexión directa con nuestro enorme vecino del sur.
Ese salto a cielo abierto situaría a Segovia como referencia en Castilla y León y en el centro de la Península. Pero para ello es importante que funcione la capacidad de interlocución y el diálogo político al más alto nivel posible. Es preciso acceder por caminos rectos hacia las personas que ocupan puestos de responsabilidad en la administración regional, en la municipal, en distintos organismos. Y luego hay que imbuirles en la ilusión por Segovia y en los valores, situación estratégica y recursos de la ciudad. Todo ello con sentido común y prudencia pero también con mucha energía.
Esta es la manera de obviar temores y aprovechar la oportunidad de atraer talento, inversión y actividad económica a Segovia. Es la manera de que el futuro de Segovia sea a cielo abierto, sin nubarrones.
Yo estoy trabajando hoy para que todo esto sea posible mañana.
En ocasiones percibo cierto temor en Segovia al gigante que se encuentra al otro lado del Guadarrama. Yo tengo muy claro que ese gigante es, en realidad, una auténtica oportunidad. Una de las oportunidades de Segovia. No se trata de luchar contra él, sino de conectar con él, a cielo abierto pero de igual a igual.
¿Es necesario seguir atrayendo turismo o turistas de Madrid a Segovia? Por supuesto. Turismo de calidad, que pernocte, con capacidad de gasto. Trabajar la atracción del turismo en Madrid supone además, conectar con el visitante Estadounidense, japonés, chino, coreano, árabe, europeo que cuenta Madrid entre sus destinos preferidos. Para ese turista internacional que ha hecho miles de kilómetros la distancia con Segovia es anecdótica y la gratificación que le ofrecerá Segovia, enorme.
Sin embargo es preciso que nos centremos, y mucho, en otras oportunidades. La que supone la saturación de suelo empresarial y de polígonos tecnológicos en Madrid. O la de tiempo para eventos feriales. O la enorme cantidad de talento y de capacidad inversora privada que se acumula al otro lado de Guadarrama. Entrar en conexión con ese talento, esa capacidad inversora, también supone abrir una puerta al talento o la capacidad inversora de Nueva York, Tokio, Pekín o Berlín.
Segovia precisa dar un salto hacia el futuro. Un salto que no suponga riesgos para las características patrimoniales o medioambientales de la ciudad, que han se de seguir siendo un valor añadido esencial y prioritario de nuestra capital. Ese salto hacía una Segovia vital, pujante, activa y creadora pasa, entre otras cosas, por la conexión directa con nuestro enorme vecino del sur.
Ese salto a cielo abierto situaría a Segovia como referencia en Castilla y León y en el centro de la Península. Pero para ello es importante que funcione la capacidad de interlocución y el diálogo político al más alto nivel posible. Es preciso acceder por caminos rectos hacia las personas que ocupan puestos de responsabilidad en la administración regional, en la municipal, en distintos organismos. Y luego hay que imbuirles en la ilusión por Segovia y en los valores, situación estratégica y recursos de la ciudad. Todo ello con sentido común y prudencia pero también con mucha energía.
Esta es la manera de obviar temores y aprovechar la oportunidad de atraer talento, inversión y actividad económica a Segovia. Es la manera de que el futuro de Segovia sea a cielo abierto, sin nubarrones.
Yo estoy trabajando hoy para que todo esto sea posible mañana.
